Nuestra época está penetrada de la convicción de que la vida humana es proyecto. La idea del viaje es muy antigua, y se ha hablado del «homo viator». Sin embargo, la noción de proyecto incluye la anticipación, la versión hacia el futuro; tal vez su manifestación más antigua e ilustre sea la de Aristóteles cuando ve a los hombres «como arqueros que tienen un blanco».
La interpretación proyectiva de la vida pone en el primer plano la imaginación. Cada vez resulta más evidente el carácter imaginativo del hombre, y esto quiere decir su irrealidad como parte esencial de su paradójica y extrañísima realidad. Y esto se extiende, más allá de la vida individual, a las formas de la colectiva, a «esos grandes cuerpos que son las naciones», en expresión de Descartes, y aun a la humanidad en su conjunto. Por eso la historia es también proyectiva, lo que se descubrió en diversas épocas, se ha olvidado en otras y se está haciendo una noción borrosa en nuestro tiempo.
A fuerza de hechos, datos y previsiones estadísticas, que suelen ser automáticas, se desvanece la existencia de un verdadero «proyecto histórico», que consiste en un «argumento». Es curioso que cuanto más se insiste en la «identidad» de ciertas comunidades humanas se descubre más la inexistencia de todo proyecto. Ya el término «identidad» es revelador, porque se aplica más a los objetos ideales o a las cosas; lo humano carece de identidad, tiene «mismidad»: el hombre, a lo largo de su vida, es el mismo, pero no lo mismo, y otro tanto puede decirse de los pueblos o países.
¿como asumo mi proyecto de cada día?analizando mis cosas, organizándome como persona, mirando como puedo salir de problemas y así mismo siendo fuerte....
¿como asumo mi proyecto de cada día?analizando mis cosas, organizándome como persona, mirando como puedo salir de problemas y así mismo siendo fuerte....